viernes, 8 de abril de 2011

Trujillo

La bahía de Trujillo es verdaderamente espectacular. Con la antigua fortaleza española y sus cañones estratégicamente colocados en la barranca, la amplia playa en forma de media luna y la montaña que parece como un volcán asomándose detrás de la ciudad, el escenario no podría ser mejor. Es un paraíso tropical sin pulimento donde no se encuentra ningún Holiday Inn o Motel Six. La playa debajo del centro del pueblo cuenta con una arena muy suave y se revienta de actividad. Puede escoger una champa y alternar entre asolearse o disfrutar de la sombra. Compre un “petate” típico (una estera de paja-por $2.50-$3.00) en Casa Hode o en otra de las tiendas turísticas en el pueblo, y con el, acuéstese confortablemente en la playa). Puede comprar una cerveza u otra bebida en las barras de champa, o compre el almuerzo o la cena por un precio muy razonable. Si tiene la buena fortuna de encontrar un lugar en la sombra o una hamaca, allí podría pasar el día entero. A veces, unos niños aparecen para tratar de venderle unos artefactos de piedra de Santa Fe (pero no son artefactos mayas como ellos le prometerán). Sin embargo, son baratos y son buenos recuerdos. Le ofrecerán venderle también candelabros fabricados de estrella de mar entre otras cosas incluso unas caminatas a caballo con unos caballitos muy tranquilos.
Sobre la playa, en la dirección al aeropuerto, están ubicadas la Bahía Bar y Gringos, que son más populares y exclusivas. En la Bahía Bar se encuentran unos probadores para cambiarse y duchas, sin embargo es bastante lejos del centro del pueblo. Ya que esta área está más cerca de la laguna, no hay brisa y puede que haya piques. Asegúrese de usar repelente de insectos antes de aco starse en la playa y al salir del agua. No se dará cuenta de las picaduras hasta que ya es demasiado tarde. La playa al oeste del pueblo no tiene piques.
Preste atención a las áreas donde los riachuelos entran al mar ya que sus aguas puede que no sean muy agradables. Puede ser peligroso caminar de noche hacia el oeste en la playa hacia Cristales. No es recomendado hacerlo. No se emborrache en una champa y luego caminar solo en la playa. Si utiliza su sentido común, no tendrá ningún problema.
Si tiene su propio transporte, considere tomar la ruta hacia Puerto Castillo y más o menos una milla antes de llegar a la entrada al puerto a mano derecha, busque un camino de arena que le conducirá los 200 metros a la playa al extremo de la bahía. Ahí encontrará olas más grandes. Está absolutamente libre de turistas. Solamente verá un nativo del área pasar a pie. Cuidado con las corrientes.

Caminatas

Ir a pie por la playa hasta Campamento, a los pueblos de pescadores garífunos de Santa Fe, San Antonio o Guadalupe es fácil pero tendrá que cruzar vadeando varias vías acuíferas que entran al mar. Consulte sobre la distancia a cada uno y escoja uno que le parezca alcanzable. Son aproximadamente 10 kilómetros para llegar a Santa Fe, y varios kilómetros más para San Antonio y Guadalupe.
Caminar en el parque nacional arriba del pueblo es muy agradable y refrescante ya que al llegar a la cima estará aproximadamente 4,000 mil pies de altura. La cima es un ambiente de bosque nubloso. Verá o escuchará guacamayos y monos y disfrutará de los helechos gigantes, orquídeas, y una abundancia de otras flores. Hay un pequeño pabellón en la entrada justo arriba del pueblo pero hoy en día está vacío. Los que son menos aventureros pueden ir en carro hasta la cima si no ha estado lloviendo mucho y si tiene un vehículo con transmisión en las cuatro ruedas o por lo menos un vehículo con bastante espacio por debajo.


Dicen que existe un camino precolombino que cruza las montañas bajas justo al oeste del pueblo y Mount Calentura. Conduzca sobre la cordillera hasta el llano del Río Aguan. Algún día, quizás se desarrolle el camino lo suficiente para las caminatas. El inicio está cerca de Campamento

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